La llegada de las altas temperaturas hace prever que la incidencia de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) se eleve en el ganado vacuno, y también en los ciervos salvajes, ya que se transmite por un mosquito por lo que una nueva ola parece evidente especialmente en el norte donde hay menos cabaña inmunizada. Han sido unos meses de tranquilidad para los ganaderos, tras la «explosión» de casos que se registró especialmente en la mitad sur peninsular desde la detección de esta patología por primera vez en el país a finales de 2022.