Ilmo. Sr. D. Juan Morcillo y Olalla
Aunque don Juan Morcillo no llegó nunca a ocupar la presidencia del Colegio, por ser el promotor y presidente de la primera agrupación valenciana de veterinarios en los últimos años del siglo XIX ( La “ Asociación Veterinaria de las Riberas del Júcar “ ), que fue el germen del primer Colegio y porque fue nombrado Presidente de Honor del mismo, dado además su enorme prestigio profesional, su biografía merece ocupar por derecho propio, el primer puesto en la nómina de presidentes que ha tenido el Colegio de Valencia en esta primera centuria.
Nació en Montealegre del Castillo (Albacete) el día 23 de junio de 1828. Era hijo de don Luis Morcillo, veterinario establecido en la población de Almansa (Albacete) . En octubre de 1846 ingresó en la Escuela de Veterinaria de Madrid, consiguiendo el título de Veterinario de 1ª clase en junio de 1851, tras un brillante expediente académico en el que obtuvo la clasificación de sobresaliente en todas las asignaturas. Muy pronto se trasladó a la ciudad de Játiva desarrollando allí toda su ingente actividad profesional y donde ocupó los cargos de Subdelegado de Veterinaria y primer Inspector de Carnes y Pescados. Falleció en dicha ciudad el día 12 de noviembre de 1908, a los ochenta años de edad.
La faceta más conocida de Morcillo y por la que consiguió fama internacional fue la de higienista, iniciada en el año 1852 a partir de su nombramiento de veedor de carnes y pescados en la ciudad de Játiva, donde asimismo ejercía una increíble actividad médico-quirúrgica y practicaría el herrado con el virtuosismo de quien como él dominaba este arte desde la infancia. De todos estos amplios conocimientos dejó escritas miles de páginas, muchas de las cuales quedaron inéditas. En su Guía del Veterinario Inspector, o sea Policía Sanitaria Veterinaria aplicada a las Casas- Matadero (1858) resumió sus muchas experiencias higiénico-sanitarias sobre alimentos, al igual que en su obra Higiene Pública. Inspección de Carnes …. ( 1902 ), editada bajo los auspicios del Colegio de Veterinarios de Valencia, en la que ya vislumbraba las misiones que la futura tecnología habría de encomendar a los veterinarios al margen de lo estrictamente sanitario
Pero Morcillo no limitó su actividad de publicista a las cuestiones sanitarias, sino también a otros aspectos de la profesión veterinaria y así, dejó obras publicadas sobre hipofagia, enfermedades de las fosas nasales, patología del tétanos, sarna de las gallinas, indigestión de los solípedos, reconocimiento de sanidad, etc; o bien inéditas, como sus tratados de Hipografía ( sobre el origen y razas de los caballos, en dos tomos en folio ) y de Claudografía ( sobre las cojeras de los équidos, en seis tomos en cuarto ).
Morcillo mostró además inquietudes históricas que le llevaron a publicar su obra Investigaciones sobre la antigüedad de la Inspección de Mataderos y Carnes en España. Su faceta de bibliófilo le permitió poseer una magnífica biblioteca exponente de su alta erudición, en la que logró reunir un gran número de textos de albeytería y una gran cantidad de publicaciones veterinarias del siglo XIX. Tales fondos bibliográficos le permitieron desde Játiva, publicar su Bibliografía Veterinaria Española. Esta magnífica biblioteca de más de 400 volúmenes fue donada a la biblioteca de la Escuela Superior de Veterinaria de Madrid, en mayo de 1936. Como publicista, no podemos tampoco silenciar su obra periodística extendida por todas las revistas profesionales que se publicaban en España, por muchos periódicos de la región valenciana y hasta en algunos americanos, dirigiendo durante varios años la revista La Alianza Veterinaria.
De todas las manifestaciones públicas y profesionales de Morcillo, procede especialmente destacar en este lugar, tal como se ha dicho, su papel como promotor de la primera agrupación veterinaria valenciana, pues en el año 1881 creó la “ Asociación Veterinaria de las Riberas del Júcar “ con sede en Játiva y de la que fue presidente. Su principal objetivo era presentar un frente unido en defensa de los intereses de la clase veterinaria, luchando contra el intrusismo practicado por los herradores y por los que ejercían el herrado sin credencial alguna, oponiéndose a los compañeros que pugnaban por la desaparición del herrado bajo la dirección y control veterinario, idea temeraria, dado que éste constituía una buena fuente de ingresos. No había de limitarse la Asociación a la defensa de los intereses materiales de sus miembros, con descuido de los científicos a los que prestó gran atención. No podía esperarse menos de una corporación cuyo presidente mostró en todo momento una gran inquietud científica, reconocida al ser nombrado miembro de todas las Sociedades y Academias que se fundaron en España y de algunas extranjeras, destacando entre ellas, la Academia Central de Veterinaria Española, por la que fue premiado con medalla de oro y la Sociedad de Medicina Veterinaria Práctica de París, que le concedió la Medalla de M.H. Bouley.
Al crearse en la provincia de Valencia una Asociación Veterinaria con carácter de “Colegio”, en 1901, Morcillo vio premiada su lucha a favor de una más amplia agrupación veterinaria, que ya contaba con la base de una más restringida estructura comunitaria desde 1897, aunque por circunstancias personales no llegara a presidirlo. Fue, no obstante, nombrado Presidente de Honor y con este mismo rango asistió a las sesiones de la I Asamblea Nacional Veterinaria que se celebró en Valencia entre los días 25 y 27 de julio de 1904. De apoteósico puede calificarse el recibimiento que se le tributó en Madrid durante una asambleas celebrada al año siguiente. Refiriéndose a ella dice uno de sus biógrafos: “ Muchos no le conocían particularmente, pero al enterarse de quién era aquel hombre al que sólo conocían por su obra colosal y beneficiosa para el mundo, prorrumpió la asamblea en vivas a Morcillo, saludos y abrazos, y se le hizo presidir la sesión “.
Al cumplirse el centenario de su nacimiento, los veterinarios españoles le ofrecieron un merecido homenaje póstumo. Lo s actos se celebraron en Játiva el día 8 de diciembre de 1929 con gran brillantez y se descubrió una placa en la fachada del Matadero Municipal. El Colegio oficial de Veterinarios de Valencia participó de forma muy activa y tuvo una nueva oportunidad de reconocer la paternidad de su entrañable Presidente de Honor en la creación del mismo. Otros actos se celebraron en su localidad natal de Montealegre del Castillo, que dio el nombre de don Juan Morcillo y Olalla a una de sus calles.
Terminamos con las siguientes palabras que escribió don Eusebio Molina sobre Morcillo: “ y mientras más años pasen, más se agrandará la figura del veterinario de Játiva y mayor será el afecto que todos le profesen “.
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*Una amplia y documentada biografía sobre Morcillo puede consultarse en Semblanzas Veterinarias.Vol.II. Edit. Cons.Gral de Col.Vet. Madrid,1978.