El objetivo de la ley de Bienestar animal es noble: prohibir el sufrimiento de los animales, no sólo de los domésticos. El resultado es que podría llevar a la prohibición y extinción de una de las razas caninas alemanas por excelencia, el perro salchicha. Y de fondo se dibuja la enésima guerra cultural entre quienes quieren legislar, proteger y regular la vida animal y quienes lo consideran sólo una injerencia del Estado en las costumbres establecidas.