El nuevo Real Decreto 159/2023 sobre bienestar animal, cuya entrada en vigor está prevista para el domingo 9 de marzo, genera gran discrepancia entre los ganaderos. La normativa fue aprobada tras una negociación vacía para los productores, que denuncian que sus reclamaciones «no han sido tenidas en cuenta en ningún momento».

El resultado del decreto de bienestar animal es «casi una sentencia» para los ganaderos de porcino: se modifican las condiciones de las granjas y el manejo de los animales y se aumentan los valores en relación con las superficies de suelo libre mínimas disponibles. Es decir, entre otras cosas, se necesitará más superficie por animal, por lo que se perderá rentabilidad.

Ver la noticia