El pasado mes de enero, Alemania confirmó la infección por el virus de la fiebre aftosa en un búfalo de agua en Märkisch-Oderland, Brandeburgo. Este era el primer brote que se daba en Europa desde el que se registrara en el año 2011 en Bulgaria. Antes de eso, el Reino Unido se vio afectado por un importante brote de fiebre aftosa en 2001, seguido por Francia, Irlanda y los Países Bajos.

El pasado 12 de marzo, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) restableció el estatus «libre de fiebre aftosa sin vacunación» para la gran mayoría de Alemania, exceptuando una parte de la zona de contención, para la cual las medidas de control de la fiebre aftosa continuarán al menos hasta el 11 de abril.