Mavi Mestre (Oliva, 1956), la primera mujer rectora de la Universitat de València (UV), entra en sus dos últimos años de mandato con un plan de 150 millones de euros para modernizar los campus de Tarongers y Burjassot, y con la espina clavada de no poder abrir el grado de Veterinaria que solicitó hace 18 años, cuando era vicerrectora de Estudios. Desde 2006 ningún Consell ha puesto dinero para implantar un título que ya ofrecen las universidades públicas en más de la mitad de autonomías.
P: ¿Cómo valora que la UV haya cubierto el 100 % de las 8.924 plazas de nuevo ingreso a grado que oferta para el próximo curso?
R: Es un éxito que se repite año tras año y pues cubrimos las plazas el año pasado, el anterior y ahora de nuevo otra vez. Nuestra oferta atiende a la demanda y nos hemos ido especializando o buscando ese valor añadido de los dobles grados, como por ejemplo Matemáticas y Física, Física y Química, Matemáticas e Ingeniería informática. Y eso también lo estamos haciendo en los másteres, por ejemplo, con el programa doble de máster de Abogacía y de Derecho de la Empresa, porque es un valor añadido que los estudiantes pueden obtener esa formación para su inserción laboral.