Los problemas de conducta animal vistos por los servicios especializados de medicina conductual a menudo implican trastornos de ansiedad crónicos que han resultado en una mala adaptación del individuo a su entorno.

El tratamiento de estos problemas de conducta suele incluir una combinación de modificación de conducta, modificación ambiental y terapias biológicas. Dentro de estas últimas, han demostrado ser útiles fármacos ansiolíticos como la clomipramina o la fluoxetina. Juan Argüelles, profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera, es uno de los autores del estudio.

Ver la noticia.