La Comisión Europea ya trabaja en un proyecto aplicando esta nueva manera de analizar los riesgos

El catedrático de Nutrición y Bromatología de la U. de Murcia, Gaspar Ros pronunció -el pasado 21 de septiembre- la última charla previa a la inauguración oficial de la nueva sede del Colegio de Valencia (ICOVV). El también decano de la Facultad de Veterinaria de esta región introdujo a los asistentes en un nuevo sistema alimentario en el que la Inteligencia Artificial (IA), el análisis de los macrodatos o los living labs (‘laboratorios vivientes’) serán herramientas con las que mejorar los actuales análisis de riesgos, poder adelantarse y mejorar tanto la seguridad como la salubridad y la sostenibilidad de los alimentos. Ros se refirió a ese nuevo sistema como el resultado de aplicar un novedoso y necesario “enfoque holístico” , esto es, de aplicar un método que analiza los eventos considerando las múltiples interacciones que los caracterizan.

Y, como explicó acto seguido, se trata de una nueva filosofía en la que ya está trabajando la propia Comisión Europea (CE) a través de proyectos como Holifood. Se trata de un ambicioso programa europeo en el que participan 17 organizaciones de 10 Estados miembros, cuya experiencia multidisciplinaria y conocimiento pretende ayudar a ofrecer a los responsables políticos y a los actores alimentarios a tomar decisiones efectivas en materia de seguridad alimentaria.

Cambio climático
Los nuevos hábitos de consumo -la consolidación de los alimentos ready to eat, por ejemplo- y sobre todo el cambio climático “amenazan con generar nuevos riesgos emergentes frente a los que debemos anticiparnos”, dijo el experto en bromatología. Ros explicó cómo los aumentos de temperatura y humedad y las condiciones climáticas extremas pueden afectar a la capacidad de bacterias transmitidos por alimentos (como Salmonella spp. y Campylobacter spp) para sobrevivir y/o crecer.
Los usuarios finales ayudarán a diseñar y probar los métodos en espacios conocidos como ‘laboratorios vivientes’, que la CE describe como “ecosistemas de innovación abiertos y centrados en el usuario”, un “nuevo enfoque que garantiza la integración de la investigación e innovación en comunidades y entornos de la vida real”, dijo.