Para mejorar la seguridad alimentaria, un grupo de investigadores de la universidad canadiense de Concordia diseñó una tecnología que identifica la presencia de la toxina putrescina o putresceína en la carne de vacuno.
Para mejorar la seguridad alimentaria, un grupo de investigadores de la universidad canadiense de Concordia diseñó una tecnología que identifica la presencia de la toxina putrescina o putresceína en la carne de vacuno.