Blanca Montoya, natural de Tres Cantos, Madrid, se define ante todo como veterinaria. “Adoro mi profesión y a mis pacientes”, afirma con rotundidad en declaraciones a Diario Veterinario. Pero su historia va mucho más allá de la clínica, esta joven de 28 años ha logrado ser cuarta finalista del Premio Planeta con su primera novela, «Donde se escriben los nombres», una historia que relata la historia de un niño a quien la vida le lleva por decisiones y caminos que jamás quiso tomar. Habla del cambio inevitable, del “yo antes no era así”, el arrepentimiento, la verdad y el amor. Todo en una Rodesia marcada por el colonialismo del siglo XX, redescubierta años después por un escritor y su hermana, que viaja tras él buscando respuestas. Es un viaje a la identidad, desde una trama que alterna el presente y el pasado y cargada de secretos y verdades.