A pesar de que la información sobre los efectos devastadores del consumo de drogas nunca ha sido tan accesible, los datos muestran que el consumo no solo no disminuye, sino que aumenta. Según el último informe mundial de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el fuerte crecimiento de la oferta de estupefacientes en los últimos años postCOVID-19 ha ido acompañado de un incremento paralelo en la demanda a nivel global.
Pero las consecuencias de su consumo no se limita a las personas, tal como refleja un estudio publicado en JAMA Network Open, donde se confirma un aumento significativo en los casos de exposición de los animales domésticos, especialmente perros y gatos, a drogas estimulantes como la cocaína.