La enfermedad de Alzheimer (EA) es la principal causa de demencia entre los adultos a partir de cierta edad. Las opciones de tratamiento actuales para la EA son limitadas y la ausencia de animales de investigación adecuados ha obstaculizado significativamente el desarrollo de nuevas terapias para la EA. Por otro lado, el deterioro cognitivo canino (DCC) o demencia canina, es un determinante importante de la morbilidad en animales mayores, con alteraciones en los biomarcadores sanguíneos, la neuropatología, la fisiología y el comportamiento comparables a los observados en humanos diagnosticados con demencia y EA.
Existen similitudes sustanciales en las características clínicas entre la enfermedad de Alzheimer y el deterioro cognitivo canino. Estas características compartidas incluyen la progresión de la neurodegeneración, la neuropatía y los cambios de comportamiento como la desorientación, la pérdida de memoria y los ciclos de sueño interrumpidos.