La actriz y cantante Barbra Streisand se sentía, literalmente, “devastada”. Después de 14 años de compañía, cariño incondicional y “amor eterno”, su perra Samantha había fallecido y ella quería conservar “algo de ella”. Así que, según explicaba a The New York Times en 2018, envió su ADN a los laboratorios de Viagen, una empresa texana, líder en el mercado de la clonación de mascotas. Y obtuvo dos cachorras, Miss Violet y Miss Scarlett. Algo similar hizo el presidente argentino, Javier Milei, clonando a su perro Conan también con Viagen; nacieron cinco cachorros, aunque no se sabe cuántos de esos perros viven a día de hoy.

Ver en El País.