El virus Oropouche, identificado por primera vez en 1955 en Vega de Oropouche (Trinidad), es una enfermedad transmitida a través de la picadura de los mosquitos jején (Culicoides paraensis y Culex quinquefasciatus), que no tienen actualmente presencia en territorio europeo, ya que su hábitat habitual es Hispanoamérica

Se sospecha que los ciclos de transmisión de la enfermedad incluyen tanto ciclos selváticos como urbanos. En el ciclo selvático, los primates, perezosos y posiblemente algunas aves actúan como huéspedes vertebrados. En el ciclo urbano, los humanos son el huésped amplificador.