Abordaron la tramitación del decreto de ‘alertas’, la mejora en las condiciones laborales de los veterinarios de esta área y la actualización de los acuerdos en materia de formación y laboratorios de triquinosis
Una delegación del Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) mantuvo un encuentro el pasado 7 de julio con la cúpula de la Dirección General de Salud Pública encabezada por su director, Juan Manuel Beltrán. Durante la cita se repasaron las principales cuestiones pendientes que afectan a los veterinarios vinculados a este departamento: se preguntó por el estado de tramitación del llamado ‘decreto de alertas’ así como el de ‘retribuciones’ y se reiteró la necesidad de revisar las condiciones laborales de este colectivo en general y de los que ejercen en mataderos muy en particular. Junto a ello, se informó sobre la inminente renovación del convenio entre ambas partes que permite disponer de laboratorios homologados para el análisis de triquina en jabalíes y se abordó cómo revisar o, en su caso, ampliar las actividades del acuerdo del CVCV con la propia Conselleria de Sanitat en materia de formación, divulgación y concienciación en seguridad alimentaria y salud pública
En este concreto sentido, se reclamó promover medidas para recompensar de alguna manera el trabajo de los inspectores que tutelan las prácticas del llamado ‘Curso de mataderos’. Y, aunque no se trataba de una cuestión directamente vinculada con esta área, se puso en común el estado de la reforma pendiente del decreto que regula los bous al carrer y, más concretamente, cómo se regulará el papel del veterinario de servicio en mataderos de reses de lidia sangradas como el de la Vall d’Uixó.

Como en la anterior reunión -que fue en diciembre de 2024- a la cita acudieron los principales responsables de esta área: no sólo el referido Beltrán sino también la subdirectora general de Seguridad Alimentaria, Laboratorios de Salud Pública y Sanidad Ambiental, Claudia B. Mc Allister, la jefa del servicio de Planificación y Análisis de esta subdirección, Cristina Alapont y el jefe de servicio de Gestión del Riesgo Alimentario, Carlos Antón. Del lado colegial, participaron del encuentro Natalia Gil, presidenta del Colegio de Castellón (COVCS); Gonzalo Moreno del Val y Juana Molina, presidente y vicepresidenta, respectivamente, del de Alicante (Icoval) y Julio Máñez, vicepresidente del de Valencia (ICOVV).
Condiciones laborales y alertas
Como en anteriores ocasiones -con éste y anteriores ejecutivos- el CVCV recordó la urgente necesidad de que se tramite lo antes posible el decreto que regulará el trabajo de los veterinarios – en especial de los que ejercen en mataderos, IVM- en horario nocturno, en días festivos y el trabajo por turnos. También se transmitió la preocupación por el hecho de que algunos veterinarios de área estén trabajando de forma habitual simultaneando esta labor con el trabajo en matadero cuando “la cualificación y el ámbito de trabajo es, obviamente, distinto”. Motivo por el que se reiteró desde el consejo autonómico la necesidad de, en su caso, crear más plazas de IVM. A este respecto, Beltrán aseguró que en ningún caso existía la intención de eliminar la categoría de Inspector Veterinario de Matadero (IVM) y reconoció las diferentes funcionalidades y formación requeridas respecto al Inspector Veterinario de Área (IVA).
Y en este mismo plano, se preguntó por el estado de tramitación del decreto que deberá regular un nuevo sistema de alerta precoz y respuesta rápida para incidencias que puedan afectar a la salud pública (fundamentalmente crisis en materia de seguridad alimentaria, sanidad ambiental o epidemiológicas). Una regulación que el anterior ejecutivo ya disponía de un borrador, que estuvo cerca de aprobar justo antes de llegar las elecciones autonómicas. El director general se limitó a informar que se seguía trabajando en esta regulación.
Convenios para la triquina y la formación
Las partes repasaron los principales acuerdos con los que se articula su relación bilateral. De un lado, se analizó la revisión del convenio de colaboración que el CVCV suscribió a finales de 2022 con esta dirección para estructurar una red de laboratorios con los que realizar los prescriptivos análisis de triquinosis -fundamentalmente de jabalíes- en carne procedente de piezas de caza silvestre y de la matanza domiciliaria destinada al consumo doméstico privado. Desde entonces, que se han habilitado y homologado hasta 13 laboratorios (3 en la provincia de Alicante, otros 3 en la de Valencia y 7 en la de Castellón). Ahora la DG de Salud Pública está revisando este documento y, según avanzó su máximo responsable, en breve será presentado para renovarlo.
En parecidos términos se puede hablar del convenio marco que ambas partes mantienen desde 2019 y que fue renovado en 2023 en materia de formación, divulgación, concienciación y ayuda mutua en áreas relacionadas con salud pública. Este acuerdo es el que ha permitido en los últimos años consolidar los cursos de ‘Inspección Veterinaria en Mataderos’ y el de ‘Control Oficial de alimentos’. Durante el encuentro se repasó su alcance y las partes se comprometieron a estudiar posibles nuevas vías de colaboración.
Acreditación

De hecho, la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias de la Comunitat Valenciana ha vuelto a acreditar en los últimos días los tres cursos organizados este año en materia de salud pública por parte del CVCV (los dos referidos -el primero dividido en una parte teórica y otra práctica). Tal acreditación garantiza su calidad formativa, asegurando que cumple con los criterios establecidos por el Sistema Nacional de Salud en cuanto a rigor científico, actualización de contenidos y adecuación a las necesidades reales de los profesionales a quienes van dirigidos.
Recompensar a los tutores en mataderos
En este mismo terreno, el CVCV propuso medidas con las que recompensar a los inspectores que trabajan en mataderos y que, además de su trabajo de control oficial en estos centros, se dedican a tutorizar las hasta 200 horas de prácticas que se imparten en una de las modalidades ya citadas del llamado ‘Curso de mataderos’.
Concretamente, se planteó reconocer esta actividad como docencia que puntuase en los concursos de traslados, oposiciones y para las bolsas de trabajo además de, como ya ocurre actualmente, servir para el reconocimiento de grado de desarrollo profesional y/o de carrera profesional del personal de Salud Pública. Beltrán valoró positivamente esta propuesta y se comprometió a estudiarla. El CVCV solicitará por escrito que se tenga en cuenta tal cosa en todos los concursos y oposiciones que se publiquen.
Bous y mataderos
Aunque no se tratase de un asunto directamente vinculado con este departamento, sino con el de la Conselleria de Emergencias e Interior, también hubo tiempo para abordar la situación de la reforma pendiente del decreto que regula los bous al carrer. Concretamente, Beltrán se interesó e informó sobre la parte que tangencialmente más afecta a su departamento: la situación en la que se encuentran y esta futura regulación contemplará a los mataderos de reses de lidia sangradas, como el de la Vall d’Uixó.
A principios de abril, el propio Beltrán ya mantuvo un encuentro con su homólogo en la DG de Interior, Vicente Huet, junto a representantes del Colegio de Castellón, con la intención de mejorar la coordinación del servicio veterinario en este concreto recinto. Se trató de perfilar las competencias del veterinario de servicio, libre en ejercicio de la profesión -que es el que acude por la noche al espectáculo- para coordinar esa función con la del veterinario oficial, que luego tiene que liberar esa carne al consumo, con instrucciones claras. Este es un establecimiento singular que, a diferencia de otros mataderos, en los que los ejemplares tienen que entrar vivos y por su propio pie, se hace una inspección ante morten, se sacrifican allí y se hace una inspección post mortem previa a autorizar esa carne para consumo.
Según la información transmitida por Beltrán -quien a su vez ha mantenido contactos con Interior- en el futuro decreto de bous se incluirá una disposición específica para dejar claras las funciones y responsabilidades del veterinario de servicio en materia de mataderos de reses de lidia sangradas como éste.