La rinitis alérgica y el asma son trastornos muy comunes que afectan a casi el 10-40 % de la población de los Estados Unidos. Los gatos son la principal causa de alergias a mamíferos y su prevalencia es cada vez mayor. Se ha demostrado que la exposición a alérgenos de gatos contribuye a los síntomas de rinitis alérgica y asma. Los alérgenos de gatos tienen un tamaño de 2 a 10 micrones y se transmiten fácilmente por el aire. La exposición incluso a pequeñas cantidades de caspa, orina o saliva de gato, ya sea de mascotas en el hogar o en entornos como escuelas o lugares de trabajo, puede provocar síntomas en personas sensibilizadas a los gatos. La rinitis alérgica y el asma pueden ser una carga para los pacientes y sus familias, y afectar la calidad de vida de los pacientes. Algunos pacientes presentan una respuesta insuficiente a los tratamientos convencionales para enfermedades alérgicas. La identificación de estrategias eficaces de reducción de alérgenos podría aliviar la carga de las enfermedades alérgicas, disminuir los gastos de atención médica y mejorar la calidad de vida.