Una nueva investigación ha identificado, en una muestra de perros labradores británicos, múltiples genes asociados con la obesidad canina, así como con la obesidad en humanos.
En este sentido, la doctora y coautora del estudio, Natalie Wallis, explica que “la base genética de la obesidad se pasa por alto, a menudo, debido a los factores ambientales que también intervienen”. Sin embargo, “sabemos que la obesidad es una enfermedad altamente hereditaria en las personas, y nuestro estudio demuestra que lo mismo sucede en los perros”, afirma la doctora.