El jueves 30 de enero, una patrulla de la Comisaría de Proximidad de Exposición solicitó la colaboración de la Unidad Medioambiental, UMA, para intervenir en una vivienda de la calle Higueruelas, en el barrio de Orriols, en el marco de una operación policial conjunta entre la Policía Local de València y la Policía Nacional. Al entrar en la vivienda los policías habían encontrado un perro de raza potencialmente peligrosa en un pésimo estado tanto de salud como de higiene, así como varios gallos adiestrados para la pelea. El perro estaba en un habitáculo pequeño lleno de excrementos y su estado denotaba que llevaba tiempo sin salir del recinto. Además en los recipientes que había en el recinto no tenía ni comida ni agua.