Los veterinarios están en pie de guerra contra el Real Decreto de control de antibióticos que entró en vigor el pasado 2 de enero y que les obliga a registrar de forma telemática cada vez que dispensen o receten antibióticos a una mascota. Pero esto no es todo. Según alertan, la nueva ley supondrá también un aumento de los costes para los propietarios e, incluso, un riesgo para la salud de los animales.

El Gobierno ha establecido cuatro grupos de antibióticos. «Los que nos dejan utilizar de forma habitual, nuestra primera opción, son los del grupo D. Pero para usar los antibióticos que están en los otros grupos, entre ellos algunos que utilizamos habitualmente para infecciones de oído, nos exigen realizar un antibiograma o cultivo previo», explica el veterinario Joaquín Laliena.