El catedrático de Anestesiología Veterinaria de la CEU UCH, José Ignacio Redondo, lidera este estudio, el mayor a nivel internacional, en el que, junto a investigadores de las Universidades de Buenos Aires y Sídney, han evaluado más de 55.000 casos remitidos por 405 clínicas y hospitales veterinarios de todo el mundo.
Analizar las causas de la mortalidad anestésica en pequeños animales, como perros y gatos, es clave para identificar riesgos y buscar factores protectores que mejoren la seguridad de las intervenciones que requieren el uso de anestesia. El catedrático de Anestesiología Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Valencia, José Ignacio Redondo, ha liderado el mayor estudio internacional realizado hasta la fecha, que ha recopilado 55.022 casos procedentes de 405 clínicas y hospitales veterinarios de 21 países de 4 continentes. Sus últimos resultados, evaluados en colaboración con investigadores de la CEU UCH, la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y la University of Sydney (Australia), acaban de ser publicados en Veterinary Record, una de las revistas científicas más prestigiosas en Veterinaria.
Este estudio, el primero realizado a nivel mundial, revela que el índice de mortalidad anestésica en perros se sitúa en el 0,69%. Es decir, uno de cada 145 perros anestesiados muere por causas directamente atribuibles a la anestesia. Los datos obtenidos revelan, además, que en el 81% de los pacientes la muerte se produce en el periodo postoperatorio, en las 48 horas posteriores a la anestesia, por lo que, según destaca el profesor Redondo, “donde hay que poner el foco para reducir el riesgo de mortalidad de los perros que son anestesiados es en la fase de recuperación”.
Edad y obesidad, factores de riesgo
Entre los factores de riesgo detectados, que se relacionan con una mayor mortalidad, destacan la edad avanzada, la obesidad y el estado general de salud del perro. El estudio liderado por el profesor Redondo también ha registrado una mayor mortalidad en los procedimientos de urgencia, en las anestesias no urgentes y no programadas, en algunas cirugías y en las anestesias cortas.
Además, según destaca el catedrático de la CEU UCH José Ignacio Redondo, “hemos identificado algunos factores que podrían hacer la anestesia más segura, entre ellos, algunos fármacos, como sedantes, analgésicos sistémicos e hipnóticos, que se relacionan con una disminución de la mortalidad. También el uso de las técnicas de anestesia locorregional reduce la probabilidad de muerte, lo que justifica y recomienda su uso, de acuerdo con los resultados obtenidos”.
[Fuente CEU Universidad Cardenal Herrera]