El órgano colegial plantea cómo prescribir a animales no identificados y solicita un protocolo para el veterinario de proyectos de investigación

El 5 de diciembre una delegación del Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) formada por los tres presidentes provinciales, mantuvo un primer contacto con la nueva directora general de Farmacia, Elena Gras. Durante el encuentro se recordó el espíritu de “cooperación” que ha guiado las relaciones entre este departamento y el órgano colegial durante las pasadas legislaturas, especialmente en lo concerniente al proceso de reforma de la regulación del medicamento y se valoró como muy positivo el mantenimiento de la estructura de personal anterior. También hubo tiempo para plantear dos problemáticas: cómo atender y prescribir a los animales que no estén identificados (pese a que sea obligatorio que lo estén) y cómo dar seguridad a los veterinarios que supervisan el uso de medicamentos en proyectos de investigación con animales.

En línea con la positiva experiencia vivida durante los últimos años, el CVCV solicitó mantener reuniones regulares con los responsables de esta dirección.
Durante el encuentro los representantes del CVCV trasladaron el conflicto existente entre lo regulado por el RD 666/2023 como datos mínimos de las prescripciones veterinarias -que obliga a reflejar los referidos a la identificación del animal cuando ésta es obligatoria- y el deber deontológico de prestar atención sanitaria incluso a aquellos animales que, debiendo estar, no estén identificados.

La entrada en vigor de las dos normativas de bienestar animal, autonómica y nacional (Ley 2/2023 y Ley 7/2023), que en ambos casos hacen obligatoria la identificación de perros, gatos y hurones, y la actualización de la normativa del medicamento veterinario (RD 666/2023), ha llevado a que el cumplimiento del requisito de identificación por parte de los responsables de los animales (particulares o municipios, en caso de colonias felinas o abandonados) interfiera en la atención médica y prescripción de medicamentos a estos animales y pueda crear un dilema legal y moral para los veterinarios.

Desde este departamento se mostraron receptivos a la situación descrita e instaron a que se presentase una posible alternativa compatible con el espíritu de las normativas, que sería estudiada y que fue remitida en días posteriores.

Vacío legal
Junto a ello, se repasó la situación legal de los veterinarios responsables del bienestar y el tratamiento de los animales usados en proyectos de investigación. Concretamente, se trasladó la incertidumbre que provoca a estos profesionales la “inexistencia de una reglamentación especifica” que indique cómo las personas que llevan a cabo estas investigaciones con animales -que reciben formación específica pero que no suelen ser sanitarios- deben ”obtener, almacenar y utilizar esos fármacos” (fundamentalmente, anestesia y analgésicos). Es Sanitat la que autoriza a estos veterinarios la gestión de un botiquín para tales proyectos.

El CVCV ya ha mantenido contactos previos con la AEMPS, el MAPA y ahora con la Generalitat para que se regule esta actividad. Mientras tanto, el órgano colegial pide a Sanitat que redacte un protocolo que pueda ser útil a tales veterinarios.