Bienestar Animal comprobó el estado de salud de los equinos y descartó a uno de ellos antes de que tiraran de las carrozas. La Batalla de Flores tienen una intrahistoria poco conocida: el reconocimiento médico a los caballos participantes en el festejo y el examen de los vehículos que debían arrastrar para constatar tanto que los equinos se encontraban en buen estado de salud como que no iban a ser sometidos a un esfuerzo excesivo, y menos al tratarse de una actividad llevada a cabo en plena ola de calor. 

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