LA PROCESIONARIA – UN PROBLEMA PARA EL PERRO EN PRIMAVERA
En los pinares de la provincia de Valencia, en primavera, se pueden ver unas hileras de “orugas peludas” que pueden generar muchos problemas a los perros
Pero ¿qué son estas orugas y por qué es una urgencia veterinaria?
Estas orugas se llaman Procesionaria, (Thaumetopoea pityocampa) y es una polilla que se encuentra de manera habitual en los pinares de toda Europa.
La polilla, cuando está en fase de mariposa, deposita los huevos en las copas de los pinos, donde eclosionan y forman su característico nido que puede albergar hasta 200 orugas.
Cuando la oruga tiene una longitud de 3 cm (fase de larva III) desciende del árbol a modo de “procesión” para enterrarse en el suelo. Es en este momento cuando los perros, pueden oler o ingerir las larvas y provocarles un cuadro clínico derivado de la toxicidad de sus los filamentos dorsales.
Se debe tener mucho cuidado con ellas ya que la reacción tóxica que genera suele generar una urgencia veterinaria y puede llegar a ser mortal en aquellos perros que se introducen la procesionaria en la boca o la ingieren.
Cuando detectáis que vuestro perro ha tocado o ingerido estas orugas es muy importante contactar con vuestro veterinario ya que el animal precisará de una atención inmediata.
¿Cuáles los síntomas más habituales del contacto de la procesionaria con el perro?
Los principales síntomas derivados del contacto directo de una procesionaria con nuestro perro son:
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- Irritación facial
- Irritación de patas y zonas que se han puesto en contacto.
- Irritación ocular
- Daños inflamatorios en la lengua de leves a graves
- Edema faríngeo
- dificultad para respirar y shock
El daño más característico se produce por la inflamación, ulceración y erosión de la lengua, que puede evolucionar hasta la necrosis (muerte del tejido) y consecuentemente la pérdida parcial o total de la lengua.
La hipersalivación (aumento de secreción de saliva), decaimiento del animal e hipertermia (aumento de la temperatura) son signos muy frecuentes en los perros que se han puesto en contacto con los agentes tóxicos de la oruga.
También hay que prestar especial atención al contacto del tóxico con la cara. Puede aparecer rinitis por olfateo de los pelos de la oruga, úlceras en la región de la trufa e inflamación de los párpados (blefaritis). El algún caso los animales pueden desarrollar úlceras corneales o uveítis (inflamación ocular).
¿Qué debo hacer si mi perro ha ingerido o ha tenido contacto con la procesionaria?
Al tratarse de una reacción de hipersensibilidad (alergia) el animal va a requerir de un tratamiento de urgencia.
Es importante que te pongas en contacto con tu veterinario de confianza y deberás intentar reducir al máximo el contacto con la toxina (los pelos) para minimizar el daño:
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- Aparta a tu perro de la zona donde contactó con la procesionaria.
- Retira con cuidad los restos de oruga, pelillos o secreciones con las que se pueda haber puesto en contacto.
- Lava la zona afectada con suero o agua carbonatada. También puedes lavarla con agua templada ya que ayuda a reducir el efecto de la toxina, pues la desnaturalizan y evitan su actuación.
- Evita frotar al realizar el lavado, pues los filamentos se clavan más en el tejido y se libera más toxina cuando estos se parten.
- Si puedes, protégete con guantes y evita tocarte los ojos ya que la oruga también es tóxica para el ser humano.
En cualquier caso, acude a tu veterinario lo antes posible donde le realizarán el tratamiento adecuado.
¿Cómo puedo prevenir que el animal entre en contacto con la procesionaria?
En las proximidades de las zonas afectadas lleva a tu perro atado y con bozal y permanece atento para evitar las orugas. En cualquier caso, evita los paseos nocturnos por esas zonas.
Avisa a las autoridades locales sobre la existencia de las orugas en las zonas publicas y alerta a los vecinos por avisos o redes sociales.
Si en tu jardín hay pinos con nidos, poda los ramillos y elimínales lo antes posibles. Recuerda proteger tu cuerpo con manga larga, pantalones largos, guantes …
La procesionaria es propia de nuestros pinares y es alimento de animales insectívoros. No hay que erradicarla, sólo controlarla.
Ante cualquier duda recuerda que puedes consultar a tu veterinario habitual.