El centro de neurovirología dirigido por José Antonio López-Guerrero, dependiente de la Universidad Autónoma de Madrid, vive una situación extrema a pesar de que sus investigaciones ya han dado como resultado un estudio, dos patentes y una tesis.
El centro de neurovirología dirigido por José Antonio López-Guerrero, dependiente de la Universidad Autónoma de Madrid, vive una situación extrema a pesar de que sus investigaciones ya han dado como resultado un estudio, dos patentes y una tesis.