El martes, 27 de octubre, se presentó el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021 y pese a las promesas, no figuraba la ansiada reducción del IVA veterinario. Días después, el director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, volvió a garantizar en una entrevista que la rebaja se aprobará a lo largo de la legislatura y justificó su exclusión de estas cuentas porque “se ha acordado que deben ser expansivas y de gasto, sin bajadas de impuestos”. El 19 de noviembre, por iniciativa de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales (APDDA), se promovió otra enmienda más a los PGE en esta dirección pero predestinada a no ser más que simbólica, puesto que sólo la respaldará tres partidos minoritarios (ERC, Mas País Equo, y Teruel existe). Fue sólo el último episodio de un compromiso que parece condenado hasta el momento a ser aplazado por las circunstancias.

Los PGE de 2020 no se llegaron a presentar pero en el pacto de Gobierno entre PSOE y Podemos, tras las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019, sí se incluyó la propuesta. En los PGE de 2019, la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, llegó a anunciar en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del 11 de enero de 2019 la reducción del tipo impositivo máximo aplicado a los servicios veterinarios desde 2012, del 21 al 10%. Pero aquellos presupuestos decayeron por falta de apoyos parlamentarios.

Desde entonces que la Organización Colegial Veterinaria (OCV), los colegios provinciales y otras organizaciones patronales han venido manteniendo contactos con los grupos parlamentarios para recabar apoyos con los que explorar otras vías de aprobación diferentes a la de los PGE. Sin éxito.

 

Recogida de firmas

Pero el movimiento de oposición a este tipo impositivo, que el ministro popular Cristóbal Montoro elevó de forma discriminatoria con otras profesiones sanitarias, arrancó mucho antes. En diciembre de 2013, al poco de entrar en vigor la subida de 13 puntos decretada en plena crisis financiera el año anterior, varios colegiados alicantinos, con el respaldo del Colegio de Alicante (Icoval), crearon la plataforma de protesta ‘NO al incremento del IVA veterinario’.

A partir de este sitio web se promovieron diversas iniciativas para recabar apoyos: hoy la lanzada a través de la red change.org cuenta con más de 240.000 adhesiones y en 2015 la propia OCV promovió un manifiesto con el que lanzar una recogida de firmas paralela, que también aglutinó decenas de miles de actas rubricadas.

 

Fiestas y copas

El primer agravio comparativo que alimentó entre los veterinarios la percepción de maltrato fiscal al colectivo se dió en enero de 2014 cuando el Gobierno, entonces aún en manos del PP, sorprendió con una bajada del IVA cultural -que acabó por extenderse a las Fallas, las Gaiatas y las Hogueras- mientras se mantenía, como si de un producto de lujo se tratase, el de los servicios veterinarios.

De manera análoga, en la presentación de los PGE de 2017 se avanzó que todos los espectáculos en directo, como los conciertos, obras de teatro danza, así como la entrada a discotecas y salas de fiestas pasarían a tener un IVA rebajado del 10%.

 

La primera enmienda a favor de la ansiada rebaja a los servicios veterinarios la presentó el PSOE, entonces en la oposición, en agosto de 2014. El mismo grupo repitió una segunda propuesta en idéntica dirección en febrero de 2015. Ninguna prosperó.

Mejor suerte corrió la Proposición No de Ley (PNL) que sí aprobó el Congreso  el 4 de octubre de 2016, que -como las anteriores pero esta vez con el apoyo de todos los partidos salvo el de C’s, que se abstuvo y el del PP, que votó en contra- instó al Gobierno a rebajar este impuesto indirecto. El entonces presidente del CVCV, Francisco Beltrán mandó una carta a cada uno de los 51 senadores valencianos con tal de que respaldasen la medida pero la iniciativa decayó en la Cámara Alta.

En la tramitación de los PGE de 2018 volvieron a presentarse tres enmiendas a favor de la rebaja, a cargo de ERC,  PdeCat y Podemos. Ninguna logró recabar  apoyos suficientes.