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Cientos de veterinarios y titulares de mascotas vuelven a manifestarse en Valencia contra la normativa del medicamento

Publicado el por Comunicación ICOVV

Ibor lee un manifiesto durante la concentración en la Plaza de la Virgen y advierte: «Las protestas seguirán hasta que escuchen la voz de los veterinarios»

Son las 10 horas de un caluroso domingo, 8 de junio y un considerable gentío se arremolina en la calzada que rodea al monumento de la Puerta del Mar de Valencia. La algarabía es evidente, no sólo por la presencia de entre 400 y 500 personas armadas con pancartas y carteles reivindicativos sino porque entre ellas se entremezclan no pocos perros acompañados de sus responsables. Es la cuarta ocasión desde primeros de marzo en la que el Colegio de Veterinarios de Valencia (ICOVV) en colaboración con la Asociación Empresarial Veterinaria de Valencia (AEVETVAL) llamaba a protestar y la respuesta de los colegiados volvió a ser más que notable. La invitación realizada a los titulares de animales domésticos, igualmente damnificados por la restrictiva normativa del medicamento, también surtió efecto. La movilización de ese día tuvo su eco simultáneo en las otras dos capitales de provincia valencianas y a nivel nacional, casi 40 ciudades salieron también a la calle ese domingo por idéntico motivo. La máxima responsable del ICOVV, Inmaculada Ibor, leyó un reivindicativo manifiesto al finalizar la manifestación cuando ésta, llegada a la explanada de la Plaza de la Virgen, se transformó en una concentración. Ibor lo advirtió tras hacer un nuevo llamamiento agradecido a la unidad: «Las protestas seguirán hasta que escuchen la voz de los veterinarios».

Tras partir de la gran rotonda en cuyo centro ajardinado se erige el monumento originalmente levantado a los caídos y dirigirse la multitud hacia la calle de la Paz, atravesar la Plaza de la Reina y la calle del Micalet, el ‘paseo reivindicativo veterinario’ se dió por concluido en la referida Plaza de la Virgen. Allí, junto a la popular fuente y frente a la Basílica, la presidenta de AEVETVAL, Ruth Zuriaga y la propia Ibor dejaron claras las reivindicaciones coincidentes de todo el colectivo veterinario.

«Quienes no pueden alzar la voz»

Ibor comenzó por aclarar el carácter integrador de la convocatoria: «Alzamos la voz por quienes no pueden hablar: los animales, pero también por las familias que los cuidan y los aman, por la salud pública que protegemos cada día, y por la dignidad de una profesión esencial que está siendo injustamente atacada». Y entró directa a referirse al meollo de tanto malestar -el RD 666/2023- una regulación que «es injusta, desproporcionada, burocrática y ajena a la realidad». Zuriaga, por su parte y como representante de las empresas veterinarias valencianas, extendió tal rechazo al conjunto de la normativa sobre el medicamento veterinario y -nuevamente coincidiendo con la representante colegial- reclamó «que se tenga en cuenta el criterio de los profesionales que trabajan en nuestras empresas, pues ellos son los que velan por la salud y el bienestar de los animales, realizando un uso racional y sostenible de los medicamentos. Que puedan prescribir y medicar sin restricciones absurdas que atentan contra la salud de los animales a los que tratan».

A este respecto, Ibor remarcó que la legislación nacional es  «mucho más estricta que la normativa europea». Y por tal razón lamentó especialmente la actitud de la Administración que «aún reconociendo muchos de los aspectos que denunciamos, sigue defendiendo posturas que encorsetan y burocratizan el trabajo de los veterinarios, les impide trabajar sobre la evidencia científica y el criterio clínico y dificultan, retrasan y encarecen los tratamientos de los animales»

Fichas, pruebas innecesarias, burocracia y sanciones

Ambas líderesas se refirieron a los problemas que está ocasionando este RD y, entre otras cuestiones, destacaron cuatro:

1.- Impone fichas técnicas de los medicamentos desactualizadas: que no reflejan la evidencia científica ni la práctica clínica actual, comprometiendo la eficacia de los tratamientos y poniendo en riesgo la salud de los animales.

2.- Limita e impone pruebas innecesarias para el uso de determinados antibióticos, al establecer la obligatoriedad de la categorización de antibióticos, que es una recomendación el resto de países europeos en los que se respeta el juicio del profesional veterinario.

3.- Impone un exceso de burocracia a través del sistema PRESVET:
que incrementa notablemente la carga administrativa de los veterinarios clínicos, restando tiempo de calidad para la atención sanitaria directa. Lejos de mejorar el control del uso de medicamentos, dificulta la labor asistencial

4.- Castigan a los facultativos con sanciones desproporcionadas, que pueden llegar hasta 1,2 millones de euros, por simples errores administrativos

Conflictos a sumar a los generados por la normativa previa del medicamento veterinario asi como por la tributación de los servicios veterinarios, que -como remarcó Ibor-:

  1. Genera interrupciones de tratamientos, lo que repercute gravemente en la salud y el bienestar animal, al no poder el veterinario  suministrar el tratamiento necesario a los animales bajo su cuidado, generando sobrantes de medicamentos, que favorecen el riesgo de automedicación y pueden provocar contaminación.
  2. Discrimina las salud de los animales con un IVA del 21% que encarece los tratamientos que la protegen, pudiendo ocasionar más abandono de animales

Tabla reivindicativa

De ahí que -en consonancia con lo que viene reclamándose a escala nacional- se concretase cuál es la tabla reivindicativa del colectivo, que sigue tan ‘viva’ como al comienzo de las movilizaciones, a principios de febrero. Asi, se insiste en:

  • La revisión y modificación del Real Decreto 666/2023.
  • La actualización de las fichas técnicas con base en la evidencia científica más reciente.
  • La flexibilización del sistema de categorización de antibióticos.
  • La eliminación del sistema PRESVET y el mantenimiento del sistema EUSAVET como método único de recogida de datos, eficiente y ya operativo.
  • La autorización a los veterinarios para la venta al menor de medicamentos como parte integral de su labor sanitaria. Como permite la normativa europea y se realiza en la mayoría de países.
  • Reducir el IVA veterinario al 10%, como corresponde a un servicio esencial

La convocatoria ha tenido una amplia repercusión mediática, en medios locales:

… y en medios nacionales:

 

 

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